Tres momentos en el bosque

1. Bitácora de campamento

(Resumen de los días recientes):

(28/04/2014)

Después de casi 2 semanas de estar cobijada por bosque y montaña aprendiendo de lxs compas sobre el cuidado de una reserva ecológica en resistencia, el baño no ha sido suficiente para quitar las pulgas y el olor a humo, mugre terrosa, humedad y estiércol de oveja. Es impresionante cuánto da para la añoranza y la reflexión el susurro de los árboles musicalizado por aves y hojas secas. Sin ser tú residente de lugar ninguno te conviertes en huésped temporal de rostros y recuerdos. En la soledad serena se contempla mejor el paisaje de las sensaciones que te habitan. Así el bosque, con sus silencios nocturnos, alberga su propio ecosistema y guarda todos los secretos.

2. Viajar

(Mayo de 2014)

El viaje puede ser una etapa y también puede ser un estado constante en su propia permanencia, en tanto que en éste no se es sino aquella persona que transita por aquello que no es sino aquel lugar único e irrepetible, que puede cruzarse dos o más veces, pero nunca de la misma manera. El viaje es la prescindencia de posesiones, la autonomía como compañer@ y observante de sí mism@, la libertad en el tiempo y el compromiso con el momento presente. El viaje es el constante lugar ninguno. El viaje conduce a la oportunidad de vivir en los dos únicos sitios posibles, uno dentro del otro: el cuerpo en sus visitas a nuevos destinos.

3. Una canción

(Compuesta en mayo y junio de 2014)

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